Teoría del conocimiento
- Iván Sánchez
- 23 feb 2016
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Su eudemonismo no se basaba en patrimonios perecederos o en la satisfacción de los deseos, ni tampoco en 1a consecución de los placeres moderados como los de los epicúreos, puesto que todos ellos son felicidades transitorias incapaces de satisfacer a los seres humanos. La verdadera felicidad consiste en poseer toda la verdad, una verdad que trasciende todas las verdades particulares, de lo contrario no seria una verdad propiamente dicha.
Sólo para conocer el Todo (todo lo existente): es necesario conocer la verdad, también, para obtener la tranquilidad y el sosiego que necesita el alma.

A Dios se llega mediante la revelación y, después, esa revelación, esa creencia, trata de entender y racionalizar al ser humano. La filosofía agnóstica (que nada quiere saber de revelaciones ni de fe.
Desde el comienzo de la cristiandad siempre se ha puesto de manifiesto la necesidad de que el cristiano debe entender aquello en lo que cree. Dicho de otra forma: la fe, en principio, no debe rechazar a la razón, y la razón también, en principio, no debe rechazar a la fe. El creyente debe preguntar y responder de una manera razonada acerca de Dios, y ésa debiera ser la actitud de todos los creyentes cultos.