Iluminación
- Iván Sánchez
- 23 feb 2016
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Existen tres niveles de conocimiento: conocimiento sensible, conocimiento racional y contemplación.
Conocimiento sensible
Consiste en la percepción de los objetos. Los objetos producen unos cambios en nuestros sentidos; dichos cambios no se producen en el alma, sino que el alma reconoce el cambio sufrido por el cuerpo y, precisamente por ello, reconoce los objetos.
El conocimiento racional, partiendo de los datos sensibles, realiza unos juicios en torno a los objetos reconocidos por el entendimiento, comparándolos con los modelos eternos, es decir, con las ideas procedentes de la iluminación divina. Este nivel de conocimiento corresponde a todos los seres humanos y, precisamente, distingue al ser humano del resto de los seres.
Contemplación
La contemplación consiste en percibir las ideas eternas tal como son; la verdadera sabiduría consiste en conocer las ideas eternas. Los verdaderos modelos de las cosas no se contemplan por medio de las sensaciones, ni tampoco por medio de los juicios sobre dichas sensaciones, por tanto, el alma obtiene el conocimiento objetivo mediante la contemplación, llega a contemplar la verdad objetiva, He aquí otra clara muestra del influjo de Platón.